miércoles, 15 de febrero de 2017

El Torneo de las Sorpresas: 18 años después



Era viernes. Concretamente el viernes 29 de Enero de 1999. Si uno acude a la hemeroteca observa que pese a haber pasado dieciocho años, hay alguna que otra noticia que resulta completamente actual. Por ejemplo ésta: El PP abre hoy su XIII Congreso con todas las incógnitas resueltas. Parece que por algunos no pasan los años. Y parece también que aquel día la noticia más importante del día era el relevo de Juan Antonio Samaranch, gravemente afectado por una crisis en el seno del COI, al frente de la presidencia de La Caixa. Pero para mi y para mis amigos del momento esa no era la noticia del día. La noticia era que era viernes, y empezaba la Copa del Rey de baloncesto, una de las competiciones más bonitas del deporte. O al menos así era...

La Copa de los años 90 tenía algo, no sé lo que era, quizás fuese la incertidumbre ante el resultado final, o tal vez fuera la hermandad (y rivalidad) entre las aficiones y el ambiente que generaban. O tal vez fuera el increíble despliegue de los medios de comunicación que vivían este torneo de una manera muy especial, incluyendo por supuesto la televisión pública que emitía el torneo íntegro en su totalidad. O tal vez es que simplemente éramos adolescentes, con todo lo que ello implica a nivel emocional, y estábamos enamorados de este precioso deporte llamado baloncesto.

Supongo que habrá de todo un poco, es verdad que hay cosas que han cambiado y sería mentira no decirlo. El mundo ha cambiado a una velocidad de vértigo y el deporte de la canasta lo ha hecho al mismo paso. La NBA lo absorbe (casi) todo y las dificultades a la hora de realizar plantillas duraderas han sido directamente proporcionales al desarraigo de algunas aficiones en la forma de relacionarse con sus jugadores.

La privatización de muchos aspectos relacionados íntimamente con el juego unidos a la crisis económica de los últimos años han incrementado unas desigualdades de las cuales los mayores beneficiados son los dos equipos grandes, en el caso de España. La desigualdad entre los dos grandes y todos los demás ha pervertido mucho el baloncesto español. Ahora, el margen para la sorpresa es mínimo. En un artículo de Luis Gómez en El País de aquel viernes de 1999, y del cual por cierto he copiado el titular, el periodista comenta entre otras muchas cosas que: "La Copa se ha consagrado como un torneo susceptible de acoger sorpresas. Las estadísticas lo avalan: siete ganadores en los últimos siete años". Más o menos igual que ahora. En las últimas siete ediciones sólo han ganado el trofeo el Madrid (cuatro veces) y el Barça (tres).

Quizás, como decía Herb Brooks, el seleccionador americano que hizo ganar a los Estados Unidos la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno en 1980, hemos perdido la capacidad para soñar.

De los ocho participantes en la Copa del Rey 2017 hay tres que no la han ganado. Estos tres equipos son: Iberostar Tenerife, Morabanc Andorra y Herbalife Gran Canaria. Creo que es hora de que alguno de ellos la gane. Sería bonito que saltase la sorpresa.

Por cierto, esta Copa será la número ochenta y uno. La Caixa, de la cual hablaba más arriba en relación a las noticias de hace dieciocho años, está creando una serie de vídeos junto con la ACB para homenajear esas 80 Copas. Tengo que decir que todo lo que sea recordar baloncesto me gusta.

Y curiosamente uno de los vídeos ya realizados es el de la Copa de 1999, aquella Copa que mis amigos y yo vivimos con tanta emoción. Ellos llaman al vídeo: La primera Copa de Scariolo.

Millera, Beric, Bennett, Bonner, Winters, Turner, Scott, Corrales... Otros tiempos.





P.D: Por cierto, como no vivimos sólo del pasado, esta Copa del Rey 2017 la cubriré parcialmente para la página en la que colaboro desde hace tres años: